¿Problemas con el rendimiento laboral de un empleado?

Si en alguna ocasión los hemos supervisado, sabemos que la gestión comercial no solamente se mide por el resultado de las ventas finales, sino por otros factores tales como las visitas realizadas, la prospección de potenciales clientes, el número de cancelaciones, etc., que otorgan de buen rendimiento a un comercio.

¿Cómo conseguir unos buenos objetivos para la empresa?

Como sabemos que siempre es difícil medir el rendimiento laboral de un trabajador primero debemos tener claras cuáles son todas esas funciones que harán posible el cumplimiento de los objetivos finales.

Por tanto, si tenemos un control más cualitativo acerca de la actividad y del rendimiento del trabajador, podremos anticiparnos a los momentos de baja actividad individuales, y detectaremos, de forma temprana, el incumplimiento de las funciones, en este caso, de uno de nuestros comerciales.

Es decir, si los consumos, gastos en desplazamientos o rutas realizadas no se ajustan a las operaciones comerciales, el empleador podrá tomar medidas de control para comprobar la actividad real del mismo.

Algunos de los casos más comunes por parte del trabajador:

  • Inicio de la jornada más tarde de lo estipulado. Puede derivarse por ejemplo de la no necesidad real de fichar en la empresa.
  • Justificar ciertos consumos de combustibles, peajes, comidas, etc. a la empresa, haciendo ver al empleador que la actividad realizada es activa y constante y que pueda justificar, por un tiempo razonable, el bajo rendimiento del trabajador.

¿Cómo podemos detectar un bajo rendimiento laboral?

Tanto en estos supuestos como en otros, se debería controlar la actividad del trabajador a fin de dilucidar la actividad real de éste, comprobando las rutas realizadas, el número de clientes visitado en un periodo de tiempo y en función de las pruebas obtenidas, tomar una decisión u otra. Todas estas acciones únicamente pueden llevarse a cabo mediante el trabajo de detectives privados, por un lado, por un tema legal y por el otro por su complejidad.

El deber de diligencia del trabajador y el deber de buena fe son los principios básicos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores y su incumplimiento puede dar pie al empleador a imponer sanciones o incluso al despido procedente.

Desde Axioma Detectives en Barcelona, te ayudamos a tomar las medidas más adecuadas posibles a tu caso concreto si sospechas que alguno de tus empleados no está cumpliendo con sus obligaciones.