Una mujer con un alto cargo directivo estaba preocupada por ciertos comportamientos de su marido y decidió contratarnos.
El tipo, en cuarentón, presumido y muy bien posicionado hacía un poco lo que quería. Entraba y salía de la empresa a su antojo.
Durante 4 días consecutivos seguimos al señor desde primera hora de la mañana, controlando en todo momento dónde y con quién estaba.
El primer día, pudimos comprobar como comía, en un restaurante cercano a su oficina, junto con una joven de muy buen aspecto.
La actitud entre ellos no era la habitual entre dos simples compañeros de trabajo.
Durante el segundo día, vimos como este salía a media mañana de la oficina, junto con la misma chica y se dirigían en taxi hacia las oficinas de otra empresa, teóricamente tenían una reunión conjunta.
De vuelta a la empresa, pudimos fotografiar algunas actitudes cariñosas entre ellos, el taxista no sabía hacia dónde dirigir su mirada.
El cuarto y último día contratado por la clienta, ¡Bingo! El sujeto llegó al trabajo y tras poco más de una hora en la oficina, salió, tomó un taxi que le dejó en la misma puerta de un conocido Hotel de Barcelona, conocido por sus servicios de “habitaciones por horas”, orientado principalmente a mujeres y hombres casados que tienen encuentros con otras personas y que requieren de intimidad y privacidad.
Nosotros, tras observar su entrada, en solitario, decidimos esperar cerca, atentos. Minutos más tarde, bajó de un taxi su secretaria, la chica con la que le vimos en días anteriores en actitud cariñosa. Tuvimos suerte y nos dio tiempo a tomar imágenes de ella, entrando al mismo lugar.
3 horas más tarde ambos salieron, de la mano, montando en un taxi que les esperaba en la misma puerta del hotel. Fueron directos a comer a un lujoso restaurante de la ciudad. En este momento, decidimos poner fin al seguimiento, ya teníamos suficiente.
Días más tarde, entregamos el informe (repleto de imágenes) a nuestra clienta, satisfecha, por el trabajo bien hecho. Ya tenía el material necesario, para tomar la decisión más adecuada.
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Javier es investigador privado especializado en inteligencia y análisis de casos complejos. Con más de 15 años de experiencia en el sector, aporta una visión única sobre el mundo de las investigaciones privadas. Desde técnicas avanzadas de vigilancia hasta estrategias legales para resolver situaciones delicadas, comparte su conocimiento en cada artículo. Actualmente, forma parte del equipo de Axioma Detectives, donde combina su pasión por la verdad con su compromiso con la ética profesional.